Por esa razón, el gabinete de seguridad de Israel rechazó por unanimidad la propuesta norteamericana de cese al fuego el viernes. Las imágenes de los funerales de soldados israelíes son conmovedoras. Las escenas de horror y de destrucción en Gaza, devastadoras. Nadie puede desear que el pueblo de Gaza siga sufriendo tanta tragedia.

Pero fue Hamas la que quiso la pelea. Primero, al atacar a Israel, y después rechazando una propuesta egipcia de tregua porque quería que primero se concedieran sus demandas, entre ellas levantar restricciones fronterizas y la liberación de docenas de ex prisioneros que Israel volvió a arrestar en Cisjordania tras el secuestro y el asesinato de tres jóvenes israelíes.

En las batallas, Hamas ha usado a la población civil de Gaza como rehén. Esa es una razón por la que el grupo terrorista ha perdido apoyo allí. Utiliza áreas pobladas para disparar cohetes mortales hacia Israel. Funcionarios de la ONU también han dicho que dos veces hallaron que Hamas usaba escuelas abandonadas para ocultar docenas de cohetes.

El rechazo a una tregua hace más de una semana, junto con el descubrimiento de una extensa red de túneles hacia Israel, desencadenó el ataque terrestre israelí y la determinación de su gobierno de lograr un doble objetivo: destruir los túneles e inutilizar el arsenal de Hamas.

El control que Hamas ejerce sobre Gaza ha empeorado la vida y las perspectivas de los palestinos que habitan la zona.

Israel debe eliminar la amenaza de Hamas, no por unos meses o por un año (la última tregua tuvo lugar en noviembre del 2012), sino por el futuro previsible.

Pero Israel también debe esforzarse por evitar la muerte de civiles. Hamas medra con la muerte de mujeres y niños abatidos por los ataques israelíes. Es una parte integral de la estrategia de Hamas. Por lo tanto, Israel tiene la necesidad moral de evitar la muerte de civiles, y también un gran interés en que no ocurran errores que causen la muerte de civiles.

Marginar a Hamas y reducir su apoyo entre los palestinos es otro imperativo estratégico. Mientras se considere a Hamas como un paladín eficaz de las aspiraciones palestinas, contará con apoyo popular. Ya la organización está alienando a muchos palestinos, especialmente los que viven en Gaza y entienden que provocar otro conflicto con Israel es una invitación al desastre. Pero Israel puede acelerar la erosión del apoyo popular de Hamas mejorando la vida de los palestinos en Cisjordania, donde la Autoridad Palestina, presidida por Mahmoud Abbas, se ha convertido en un socio eficaz para mantener la paz.

El mayor desafío de Israel es ofrecer una vida mejor a los palestinos en Cisjordania, dándoles una visión de un futuro pacífico y mejor, incluido el regreso del grupo de Abbas al poder en Gaza. Pero eso requiere una victoria sobre Hamas y el fin de su capacidad destructiva.