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15/07/2014 | Putin y Rousseff firman su idilio comercial

Germán Aranda

Putin y Dilma estrechan lazos en la visita del premier ruso para la cumbre de los BRICS. Esperan alcanzar un intercambio comercial de 10.000 millones de dólares anuales

 

Serán varios los almuerzos y horas de charla los que compartirán la presidenta de Brasil Dilma Rousseff y el presidente ruso Vladimir Putin durante su visita a la mayor potencia sudamericana, por primera vez desde 2004. Los mandatarios escenificaron este lunes el idilio comercial que dos de los mayores gigantes del mundo quieren potenciar en el marco de la cumbre de los BRICS para hacer frente a la hegemonía estadounidense a la cabeza del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. El encuentro, hoy y mañana en Fortaleza, al norte de Brasil, contará también con la presencia del recientemente elegido primer ministro de India, Narenda Damordardas Modi, así como de los presidentes de China, Xi Jinping, y de Sudáfrica, Jacob Zuma.

La crisis por el conflicto armado entre separatistas prorrusos y las tropas gubernamentales ucranianas no existe para Brasil a efectos del discurso de este lunes de Dilma Rousseff, tras la firma de acuerdos estratégicos con Putin. Es el estilo tradicional de un país pacifista que basa sus relaciones exteriores en el pragmatismo y evita meterse en charcos políticos. Es el estilo con el que Lula puso ruedas a Brasil para que hoy sea la séptima potencia económica mundial y que Dilma no quiere romper en el último tramo de su primer mandato, que finaliza con las presidenciales del próximo mes de octubre.

El máximo posicionamiento que asume Dilma es el de defender, una y otra vez, "que los conflictos que amenazan la estabilidad de los países se solucionen de forma pacífica", según sus palabras de este lunes en las que también elogió la actitud de Putin en Siria, siempre contrario a la intervención militar de los Estados Unidos y la OTAN. El mandatario ruso tomó también el domingo el testigo del Mundial, que viaja de Brasil a Rusia en 2018. Lo hizo viendo la final al lado del presidente de la FIFA en el Maracaná, donde vio el partido cerca de Angela Merkel pero no del presidente ucraniano Poroshenko, que canceló a última hora su asistencia.

Pulso a Estados Unidos

La presidenta también celebró el apoyo de Rusia a las medidas contra el espionaje masivo estadounidense presentadas por ella y su homóloga alemana Angela Merkel. Las llamadas de Rousseff fueron interceptadas por la Agencia de espionaje estadounidense y el periodista Glenn Greenwald vive en Brasil y goza del apoyo del gobierno desde que filtró las informaciones del ex agente Edward Snowden, actualmente asilado en Moscú.

La gira del mandatario ruso por Latinoamérica, tras reunirse con Fidel Castro en Cuba, con Cristina Fernández Kirchner en Argentina y con Daniel Ortega en Nicaragua, no deja de ser una exhibición de fuerza en el pulso que mantiene con Estados Unidos, históricamente obsesionada en controlar una región de la que desconfía -cuanto menos- de los actores elegidos por el ruso en su viaje.

Pero los mensajes, para no comprometer al resto de países implicados, van a ser estos días más económicos que políticos. Así, los diez pactos firmados por Rusia y Brasil este lunes tienen como horizonte alcanzar unos 7.300 millones de euros en intercambio comercial entre ambos países. "Brasil es nuestro aliado más grande en América Latina", afirmó el presidente ruso, que ve "un enfoque común de los problemas del mundo siempre con el respeto al derecho internacional" en las posturas de ambos países.

En la cumbre de los BRICS en Fortaleza, las potencias emergentes trabajarán hasta mañana para la creación de un banco de desarrollo común, con una aportación inicial de 36.000 millones de euros para formar el capital del banco y 70.000 millones de capacidad de préstamos, así como un fondo de reservas de otros 70.000 en caso de que algún país tenga problemas de liquidez. Será, en definitiva, toda una exhibición de músculo de los principales jefes de Estado que desafían y amenazan la hegemonía de Estados Unidos y sus aliados europeos en el mundo.

El Mundo (España)

 



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