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28/04/2014 | Obama, atado por la UE ante Putin

María Ramírez

EEUU y la UE alargan la lista de rusos sancionados, pero Obama no consigue convencer a Alemania e Italia de que aprueben castigos económicos.

 

El Tesoro de Estados Unidos planea ampliar el lunes la lista de "amigotes" de Vladimir Putin que no podrán entrar ni mantener cuentas o bienes en este país. Un portavoz de la Casa Blanca llama así a los objetivos de sus sanciones para diferenciarlos de los "altos cargos" que serán los elegidos para los nuevos castigos que anunciará también la Unión Europea.

"Cuando vas a por los amigotes, es decir los individuos que controlan gran parte de la economía rusa y algunas entidades en su poder, tienes un impacto económico significativo más allá del que consigues simplemente sancionando a una persona", explicaba este sábado un asesor de la Casa Blanca en el avión del presidente Barack Obama, que llegó a Malasia como parte de su tour asiático.

Estados Unidos ya ha incluido en su lista negra de 31 rusos y ucranianos al banquero personal de Putin, a contratistas de Gazprom o al propietario del grupo de inversión Volga. En el elenco también está el banco Rossiya, utilizado por Putin, sus familiares y sus aliados y que tiene negocios en Estados Unidos, algo poco frecuente para los empresarios rusos. Ni la entidad ni los millonarios cercanos a Putin han estado hasta ahora entre los castigados en la Unión Europea, donde los afectados sí tienen cuentas e intereses por los que podrían sentir las sanciones.

El año pasado, Estados Unidos, la primera economía del mundo, compró 19.400 millones de euros en bienes rusos y vendió los suyos a Rusia por valor de unos 8.000. Sólo en los primeros nueve meses del año, Alemania, con una economía casi seis veces más pequeña que la estadounidense, importó de Rusia bienes por 28.800 millones de euros y exportó por 27.400. Lo intercambios europeos superan cada año los 300.000 millones.

Rusia es el tercer socio comercial de la UE, después de Estados Unidos y China. En el caso de Estados Unidos, Rusia es el vigésimo octavo en su lista incluso después de un par de años de esfuerzos para promover las relaciones entre ambos países.

El 80% de lo que compra la UE a Rusia es energía y el 85% de lo que adquieren los rusos de los europeos son bienes manufacturados. Para Merkel, castigar a Rusia es ir contra el deseo de algunas de sus empresas más rentables. "Las sanciones no ayudan a nadie. No sólo dañarán a Rusia, sino a Alemania y a Europa en su conjunto", dijo en marzo Rainer Seele, el presidente de Wintershall, filial de petróleo y gas de la multinacional alemana BASF, la compañía química más grande del mundo.

Relación vital

La relación es vital para ambas partes en Alemania, Holanda o Italia y bien visible en toda Europa. España está a la cola del comercio ruso, pero los jugadores del Real Madrid o del Barça juegan en la Liga de Campeones rodeados de los colores de Gazprom, patrocinador oficial y extensión del Gobierno de Putin.

La UE es la que tiene en este caso las herramientas para hacer daño a Putin, pero Obama no logra convencerla para que las utilice. La Casa Blanca reconoce que entre los europeos hay "incomodidad por las consecuencias del aumento de sanciones contra una economía grande como Rusia y también cierta preocupación en varias ramas del sector privado". Pero sigue intentando vender que los daños para la economía comunitaria serán mayores si Putin no siente los efectos de sus acciones.

El presidente Obama defendió el viernes en sus conversaciones con la canciller Angela Merkel y el resto de líderes del G-7 (Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Japón) que las consecuencias "a largo plazo" de permitir que Rusia siga asediando a Ucrania van a ser mayores para su economía y la de sus socios.

"Es mejor reforzar el orden internacional que esconder este asunto bajo la alfombra y dejar que Rusia desestabilice más a sus vecinos", dice un portavoz del presidente.

Obama explicó en público que se guarda "en la recámara la bala" de sancionar a sectores concretos, algo que ya puede hacer gracias a un decreto que firmó en marzo. El presidente reserva fuerzas por si los tanques rusos cruzan la frontera en el este de Ucrania, pero incluso entonces sus castigos tendrían un impacto limitado si Bruselas no sigue a Washington con medidas similares. El eufemismo para decir que la UE y EEUU siguen sin ponerse de acuerdo es que las sanciones son "coordinadas" y no "idénticas" porque cada país toma sus "decisiones".

A este punto, sin una UE más firme, Obama tiene pocas opciones. El viernes admitía lacónico que puede que sus sanciones no tengan ningún impacto en el comportamiento de Rusia: "En la vida, en general, no hay garantías. Y desde luego no las hay en política exterior".

El Mundo (España)

 



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