El presidente mexicano Vicente Fox, cuya poco velada campaña a favor de Calderón está generando cada vez más malestar de la oposición, está explotando al máximo el voto del Senado. Aunque el proyecto senatorial todavía tiene que ser aprobado por el Congreso en pleno, donde enfrentará una fuerte oposición de la derecha republicana, Fox festejó el voto del jueves como ''un día histórico'' para México.

La iniciativa del Senado abre el camino para la legalización de 8 a 8.5 millones de inmigrantes indocumentados, muchos de ellos mexicanos, y crea un programa de trabajadores huéspedes que permitirá entrar al país a 200,000 trabajadores temporales al año. Esto, entre otras cosas, le dará tranquilidad a millones de mexicanos y otros latinoamericanos que están recibiendo unos $52,000 millones anuales en remesas de sus familiares en Estados Unidos.

Todo esto podría beneficiar a Calderón por varios motivos:

• La campaña de Calderón se basa en la aseveración de que el país está en el camino correcto, de manera que cualquier percepción de un triunfo de Fox beneficia indirectamente al candidato oficialista. Desde que asumió la presidencia en el 2000, Fox convirtió a la legalización de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos en una de las grandes metas de su gobierno.

• La mera posibilidad de una legalización masiva de inmigrantes mexicanos hará más difícil al candidato opositor de izquierda Andrés Manuel López Obrador sostener que el gobierno de Fox ha sido un desastre total. Hasta hace pocas semanas, López Obrador estaba encabezando las encuestas.

• Como el candidato visto por muchos como el más cercano a Estados Unidos, Calderón se beneficiará de una política de inmigración más benigna de parte de Washington. De otra manera, sus rivales podrían decir: ``Los esfuerzos del partido gobernante para obtener algo de Washington han sido inútiles --tratemos algo diferente''.

• El voto del Senado viene en un momento que podría ayudar a Calderón a subir en las encuestas justo antes de que la campaña presidencial se congele, con el inicio de la Copa Mundial de fútbol. El evento comienza el 9 de junio, y en el caso hipotético de que México llegara a las semifinales, debería jugar el 1ro de julio, el día antes de las elecciones.

''Esto [el voto del Senado] se puede convertir en una gran victoria para Fox, y por extensión para Calderón'', me dijo el viernes el ex canciller Jorge Castañeda. ''Fox se jugó de lleno por la reforma migratoria, y por el momento logró casi todo lo que quería''. Aunque Calderón reaccionó con estudiada moderación --su campaña emitió una declaración calificando el voto del Senado de ``un primer paso en la dirección correcta''-- sus colaboradores estaban felices. Arturo Sarukhan, uno de los principales colaboradores de Calderón, me dijo que ``dado que Calderón se beneficia mucho en las urnas por los logros de Vicente Fox, esto ciertamente lo va a ayudar''.

Pero López Obrador también tendrá buenos argumentos para contraatacar a Calderón en el debate presidencial del 6 de junio.

Según sus colaboradores, López Obrador enfatizará que el voto del Senado no es final, y que incluye medidas punitivas, como la erección de un muro fronterizo, que es vista por la mayoría de los mexicanos como innecesariamente hostil. Asimismo, López Obrador dirá que todo el debate sobre la inmigración refleja el fracaso de las políticas económicas del gobierno.

''Fox está tratando de vender esto como un gran triunfo, por razones electorales'', me señaló el ex canciller Manuel Camacho Solís, un muy cercano colaborador de López Obrador. ``Pero por el momento ni es un triunfo, ni es fruto de su trabajo, ni ha logrado eliminar cosas tales como el muro fronterizo. Lo que es más importante, la migración es un reflejo del hecho de que México no ha creado nuevos empleos en todo este sexenio''.

Mi conclusión: Calderón, cuya ventaja de 5 puntos en las encuestas empezó a reducirse la semana pasada, recuperará algo del terreno perdido gracias a la manipulación propagandística ''foxista'' del voto del Senado de Estados Unidos.

Ahora, todo dependerá del debate presidencial del 6 de junio. Si Calderón no sale mal parado allí, el Mundial de Fútbol puede ayudarle a congelar la situación, y a preservar su ventaja hasta las elecciones. Pocos van a rezar tanto como Calderón para que el equipo mexicano haga un buen papel, y llegue a las semifinales el día anterior a la elección.