El conglomerado de la oposición, formado por la Concertación más el Partido Comunista e independientes, sumaron un 43,21 % de los votos, con 167 alcaldes electos, frente al 37,57 % de la Coalición para El Cambio, encabezada por el actual presidente de Chile, Sebastián Piñera, que obtuvo 120.

Dejando a un lado los resultados políticos una cosa está clara, el porcentaje de abstención en las primeras elecciones con voto voluntario de la historia de Chile ha sido muy elevado. Los datos así parecen demostrarlo. Más de 13,4 millones de chilenos y de chilenas habían sido llamados a las urnas, sin embargo, de un total de 5.428.393 de votos a alcalde emitidos, 5.036.337 eran válidos, 146.848 eran nulos y 85.014 estaban en blanco.

La participación para elegir los concejales de las comunas aún fue más baja y no llegó ni a los cuatro millones de votantes. La alianza, que actualmente está en el Gobierno, retrocedió del 40,6 % de los votos, obtenidos en 2008, a algo menos del 38 % en estas elecciones municipales, perdiendo importantes municipios como Santiago, Concepción, Providencia, Recoleta, Conchalí, La Reina, Huechuraba, Independencia y Cerrillos.

Una señal de alerta

Sebastián Piñera, el presidente de Chile, lamentó el alto nivel de abstención en unas declaraciones llevadas a cabo en La Moneda darse a conocer los primeros resultados: "Sin duda, hubiéramos querido una mayor participación y hemos escuchado con mucha atención el mensaje que significa la disminución en la participación de los ciudadanos en nuestros procesos democráticos".

El mandatario comentó que: "La inscripción automática incrementó en cinco millones el padrón electoral, pero también a través del voto voluntario se le dio la libertad a los ciudadanos de votar, no por temor a una multa, sino que por su voluntad de expresar opinión y compromiso por la democracia".

"Como Gobierno vamos a hacer todos los esfuerzos, y lo mismo deben hacer los partidos, políticos y candidatos, para hacer de mejor forma, con una mayor cercanía a los ciudadanos, y para aumentar la participación en nuestra democracia durante las próximas elecciones", añadió.

El presidente chileno calificó como "una señal de alerta" la baja participación de la ciudadanía tras la decisión de un sufragio voluntario. "El voto voluntario significa respetar la libertad de todos los ciudadanos, pero la libertad significa tener derechos y deberes. En esta oportunidad no decidieron ejercer su derecho y deber. Eso es una señal de alerta que no pasa ni debe pasar desapercibida".

Salvador Allende, llamado a votar

Durante la jornada de votación, que se vivió de forma bastante tranquila, se protagonizaron diversas anécdotas. En Santiago, la capital del país, una decena de jóvenes llegó hasta el Estadio Nacional para manifestarse de una forma particular delante de los votantes que miraban atónitos. Los jóvenes se arrodillaron y con las manos en la cabeza permanecieron en silencio y llorando. Aunque los manifestantes no dijeron nada, sus acompañantes comenzaron a corear al unísono: "Aquí se mató, aquí se torturó".

Otro hecho que llamó notablemente la atención fue la aparición del nombre de Salvador Allende, ex presidente chileno muerto durante la dictadura del general Augusto Pinochet, en la lista de votación de la mesa electoral del colegio de Estación Central de Santiago. La senadora Isabel Allende, hija del fallecido ex mandatario, calificó el hecho de que llamaran a votar a su padre muerto como "lamentable".

El alcalde que más rápido ganó la votación fue Fernando Rodríguez (UDI), que consiguió la alcaldía de la comuna de Santo Domingo, en la provincia de San Antonio, después de votarse a sí mismo. Era el único candidato que se presentaba al cargo de edil, por lo que un solo voto a su favor era suficiente para ganar. Aunque la situación se sabía hacía un mes, pues ni la Concertación ni ningún otro conglomerado político habían presentado una carta para participar en los comicios, la campaña y la votación siguieron su curso normal.