Más de la mitad de los ocho mil 116 municipios se encuentran en la quiebra, la mayoría por endeudarse con obras públicas de gran magnitud y por la mala administración de recursos.
“Este pueblo es una ruina”, podría ser la
placa de bienvenida de la mayoría de los ocho mil 116 municipios de España.
La
crisis y las facturas impagadas han provocado que cuatro mil 622 ayuntamientos
estén en quiebra, “ahogados” por las deudas. ¿Su origen? Más de un decenio de
ambiciosas e insostenibles inversiones municipales, fruto de la burbuja inmobiliaria.
Existen
casos extremos, como el de Pioz, un pueblito castellano de tres mil 800
habitantes, que tardará siete mil 58 años en pagar sus desorbitadas deudas con
los bancos.
Otros
ayuntamientos, como el de la pequeña localidad zamorana de Peleas de Abajo que,
con apenas 240 vecinos, necesitará medio milenio (500 años) para saldar sus
cuentas pendientes.
Son sólo
dos ejemplos que reflejan la cruda realidad a la que se enfrentan los alcaldes
de muchas localidades españolas. Pero, ¿cuáles son las causas del desastre?
Como casi siempre en la gestión de la crisis en España, los políticos no
parecen asumir sus responsabilidades, pero, con la boca pequeña, reconocen que
todo ha sido provocado por la combinación de tres factores: mala gestión,
despilfarro e inversiones insostenibles.
El caso
extremo de Pioz
Cuando
Amelia Rodríguez asumió hace un año su cargo como alcaldesa de Pioz, Guadalajara,
nunca imaginó que las palabras “austeridad, ahorro y ajuste” marcarían su
gestión. Cuando entró en su nuevo despacho no pensaba que en los cajones le
esperaban miles de facturas por pagar y un enorme agujero financiero que ha
hecho que este pueblo, ubicado a 50 kilómetros de Madrid, ostente el titulo del
ayuntamiento más endeudado (per cápita) de España.
Con tan
sólo tres mil 800 habitantes, Pioz necesitará siete mil 58 años para saldar una
deuda acumulada de 16 millones de euros (265 millones de pesos), que, dividido
entre el número de vecinos, tocarían cuatro mil 210 euros por cabeza.
“Cuando
llegué al ayuntamiento me encontré un desastre absoluto. Se gastó el dinero que
no se tenía y el que se tenía se gastó sin control”, se lamenta hoy la alcaldesa.
Los
principales problemas de este pueblo tienen nombre y apellidos y se llaman:
“alberca municipal y depuradora de aguas residuales”. Construir estas dos
infraestructuras en un pueblo tan pequeño fueron, según su alcaldesa,
“auténticos disparates”.
Las
deudas derivadas de su financiación han llevado a Pioz al desastre económico.
De la piscina se deben 1.2 millones de euros y de la depuradora 5 millones.
Además, “ninguna de las dos funciona”.
“Está en
quiebra total”
Félix
Roncero, alcalde de Peleas de Abajo, Zamora, no se anda con rodeos sobre la
situación financiera del municipio que gobierna desde un año. Tampoco ahorra en
adjetivos. “Tenemos un agujero salvaje e imposible de afrontar”, reconoce este
alcalde que, al enterarse del critico estado de las arcas municipales, reunió a
sus 240 vecinos para explicarles la gravísima situación.
La deuda
municipal es de casi 4.5 millones de euros. Los bancos, los acreedores,
proveedores de servicios e, incluso, la Seguridad Social y la Hacienda de
España están esperando su turno para cobrar, pero, de momento, la gestión de
este municipio castellano que necesitaría 500 años para saldar sus cuentas está
asfixiada.
Una
polémica residencia para ancianos, con espacio para 120 personas y que sólo es
utilizada por 29, fue una de las causas principales de esta deuda. Félix
Roncero, alcalde independiente, confiesa, por ejemplo, que en este momento ni
él ni ninguno otro de todos los empleados del ayuntamiento “está cobrando” su
sueldo.
Algunos
se recuperan
De
Castilla a Cataluña. Allí, hace un año, el ayuntamiento de Moià (Barcelona) se
declaró en quiebra. No tenía dinero ni para pagar las nóminas de sus
trabajadores. Moià fue uno de los primeros municipios en España que, obligados
por su situación económica, lanzó un SOS a las autoridades del Estado: “El
ayuntamiento se hunde. Necesita ser rescatado”.
Hoy, un
año después y tras un plan de contención del gasto, este ayuntamiento de cinco
mil 700 vecinos empieza a salir a flote, según ha comentado su alcalde.
“El gran
problema de Moià fue la ambición del anterior gobierno municipal de convertir
el pueblo en una capital”. Así explica su alcalde Dionís Guiteras las razones
de la quiebra: la ambición de unos gestores políticos municipales que hoy casi
todo el mundo en España reconoce como “irresponsables”.
En la
época de “vacas gordas” el antiguo gobierno del ayuntamiento construyó de todo:
un centro de salud, una alberca pública, una guardería de lujo, un
estacionamiento. Y hoy, todos esos gastos pasan factura. Ni se pueden pagar, ni
tampoco se pueden mantener y el municipio carga con una enorme deuda financiera
de 21 millones de euros.
Otra
manera de gestiona
En la
localidad de Torrelodones, una villa de 22 mil habitantes situada a 30 kilómetros
de la capital de España, el ayuntamiento también empieza a respirar. Un nuevo
equipo municipal, creado al margen de los grandes partidos políticos
responsables del gran despilfarro, ha cambiado la gestión y las prioridades:
las ambiciones y lujos han dejado paso al ahorro.
Desde
que Elena Biurna, la nueva alcaldesa, llegó a su puesto, la “cosa pública” ha
tomado un nuevo camino.
“Encontramos
una larga lista de gastos superfluos e innecesarios, personal de confianza,
comidas protocolarias, coche blindado para el alcalde, etc.”, relata esta
alcaldesa molesta con sus predecesores. Todo eso ha desaparecido para ahorrar.
Biurna,
que pertenece a una organización política ciudadana llamada Vecinos por
Torrelodones, tiene muy clara la razón de su cargo en el pueblo: “Hay que tener
muy claro hasta dónde se llega en el uso privado de lo público. Patrimonializar
lo público nos ha llevado a donde estamos”, sentencia.
La
situación de Madrid y Valencia
Los
casos de los municipios pequeños de España son extremos, pero tampoco se libran
grandes capitales españolas, como Madrid o Valencia, que acumulan deudas de
miles de millones de euros.
Frente a
la magnitud del desastre, el gobierno del presidente español, Mariano Rajoy, se
ha visto obligado a ayudar a los ayuntamientos a pagar las facturas pendientes.
Según el
plan, cuatro mil 622 ayuntamientos españoles están técnicamente “arruinados” y,
por ello, se han acogido a esta medida. Estos ayuntamientos han presentado al
Estado un millón 931 mil 976 facturas pendientes de pagar, por un importe de
nueve mil 584 millones de euros.
Las
autoridades españolas esperan que con este plan 177 mil 70 proveedores, muchos
de ellos Pymes, puedan comenzar a cobrar.
Funcionarios
sin salario
A pesar
de este plan, muchas localidades no consiguen salir del agujero. En La Línea de
la Concepción, un municipio de 72 mil habitantes de la costa andaluza de Cádiz,
los 900 empleados municipales hace nueve meses que no cobran su sueldo. El
ayuntamiento está arruinado y no consigue liquidez ni con la ayuda del
gobierno.
Durante
este tiempo, los trabajadores municipales han tenido que vivir de la caridad
de sus
amigos y familiares.
La
representante de los trabajadores, Remedios Cárdenas, explica a Excélsior que
esta situación tan caótica se debe en gran medida a que “los ayuntamientos
españoles vivieron un espejismo durante el boom inmobiliario, pero cuando la
burbuja explotó se quedaron a cero porque no tenían financiación propia”.
Tan sólo
en Andalucía, una de las regiones más grandes y endeudadas de España, los
sindicatos contabilizan 30 ayuntamientos que adeudan a sus trabajadores al
menos un mes de sueldo. “Siete mil 546 trabajadores de ayuntamientos andaluces
no están llevando dinero a sus casas por impago de sus municipios”, detalla
Cárdenas.
El
pueblo “milagro”
Todos
los ayuntamientos de España aspiran a ser el que llaman “Pueblo Milagro”.
Está en
Extremadura, en Cáceres, y se llama Arroyo de la Luz. Tiene poco más de seis mil
vecinos y su ayuntamiento puede presumir de ser uno de los pocos en España que
no debe nada a nadie.
Un caso
insólito en este país en crisis. El alcalde “milagro”, Santos Jorna, ofrece a
sus colegas la receta del éxito: “tenemos un control exhaustivo de las finanzas
municipales. No invertimos en grandes construcciones. No gastamos más de lo que
se puede pagar”.
Mariano
Rajoy anunciará más recortes
El
presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, anunció ayer que tomará en
breve “importantes” medidas para reducir el déficit público, tras una nueva de
semana de tensiones en los mercados por la preocupación sobre la situación
económica del país.
“En las
próximas fechas tomaremos decisiones para reducir el déficit público. Tenemos
que volver a tomarlas”, dijo Rajoy en la clausura del campus de verano de Faes,
una fundación del gobernante Partido Popular.
“Tomaremos
decisiones en materia de reformas estructurales, algunas muy importantes, unas
en el mes de junio y otras después de julio”, explicó el Presidente español.
La
preocupación por la situación económica en España se vio de nuevo reflejada
esta semana en los mercados, con el aumento de la prima de riesgo –el
diferencial que paga el bono español respecto al bono alemán de referencia a 10
años– y por los altos intereses que el país tuvo que pagar por su deuda.
Rajoy
tiene prevista una intervención el miércoles ante el Congreso de los Diputados
sobre el rescate de los bancos españoles de hasta 100 mil millones de euros.
Rajoy
también pidió a los líderes de la Unión Europea que pongan en marcha los
compromisos alcanzados en la cumbre del 29 de junio, entre ellos la posibilidad
que el rescate bancario se haga directamente desde Europa.
“Lo que
determinará el verdadero éxito es que esas decisiones se cuajen en realidades
concretas y palpables, de forma ágil, rápida y efectiva. Europa debe cumplir y
debe hacerlo a la mayor celeridad posible”, indicó.