Dalton fue asesinado el 10 de mayo de 1975 por sus compañeros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), junto con el obrero Armando Arteaga, bajo la acusación de ser agente de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos. También fue acusado de trabajar para la inteligencia cubana.

"Yo quisiera comenzar diciendo que el poeta Roque Dalton está más ofendido que nunca y nosotros como familiares estamos más ofendido que nunca", dijo Jorge Dalton, uno de los hijos del poeta.

Explicó que han decidido acudir a la CIDH, ante la negativa de la Fiscalía General de la República de El Salvador, para investigar el crimen.

"Estamos muy desprotegidos, no tenemos absolutamente nada, hace más de un año cuando iniciamos esto nos dimos cuenta que no había ni siquiera un expediente para el caso de mi padre, pareciera que mi padre no hubiese nacido, ni hubiese si asesinado porque no había absolutamente nada", manifestó.

"De manera sistemática se nos ha negado la justicia... aquí lo que se ha robustecido es la impunidad", agregó Jorge Dalton.

Juan José, otro de los hijos del poeta, explicó que el 14 de mayo de 2010 la familia solicitó a la Fiscalía que investigará los hechos y le entregaron una serie de documentos en los que se exponen las diferentes versiones sobre el asesinato, e incluso confesión de personas como el ex comandante guerrillero Joaquín Villalobos, que habrían declarado que conocen los hechos, que estuvieron involucrados y que en algún momento se habrían hecho responsables.

Roque Dalton (1935-1975) fue poeta,novelista y ensayista. Sus textos continúan vigentes después de casi 40 años de haber sido escritos y publicados en diversos países durante las décadas de los años 60 y 70.

El Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana, que representará a la familia del poeta, informó el conferencia de prensa que también presentarán los casos de Francisco Ventura, un universitario desaparecido en 1980; Rolando González Morales y Carlos Santos Menjívar, jóvenes detenidos y torturados en 1981 y 1983, respectivamente.

Además el caso del Félix Antonio Ulloa, rector de la Universidad Nacional de El Salvador, asesinado en 1980; y Mario Zamora Rivas, Procurador General de Pobre, asesinado en 1980, todos estos son atribuidos a fuerzas gubernamentales.