Según la prensa helena, el Gobierno está pensando pedir a los ciudadanos que se impriman ellos mismos las declaraciones.Las arcas sólo tienen fondos para imprimir 300.000 documentos más.
No da
para más. Si en septiembre el viceministro de Finanzas griego Filippos
Sachinidis avisó que a partir de octubre, la Administración no tendría más
fondos para pagar funcionarios y pensiones, ahora son las impresoras del país
heleno las que se han puesto en huelga. Los recortes impuestos a las arcas
públicas han obligado a apretarse el cinturón. Y la tinta ha sido el primer
ámbito en caer.
Según
informó ayer el rotativo griego «Kathimerini» el departamento de la Hacienda
griega encargado de remitir los borradores fiscales y otras informaciones a los
ciudadanos se ha quedado virtualmente sin tinta para las impresoras a causa de
la falta de pago a la empresa responsable de los suministros, así como por el
súbito incremento en el volumen de documentos a imprimir.
Debido a
ello, la Administración no se ha demorado y ha movido ficha. La Secretaría de
Sistemas de Información del Ministerio de Hacienda ha tenido que comenzar a
pedir a los contribuyentes que impriman sus propios documentos fiscales. Al
parecer, las medidas de austeridad impuestas al sector público han provocado
que la empresa encargada de suministrar tinta para las impresoras del
departamento interrumpa sus servicios. Y es que las arcas públicas sólo tienen
tinta suficiente para imprimir 300.000 documentos más justo antes de que la
población griega tenga que presentar su declaración de la renta.
Fuentes
del Ministerio informan de que se encuentran en vías de culminar un nuevo
proceso de concurso para adjudicar a otra compañía el suministro de tinta para
un período de tres años que se espera cerrar para finales de 2011. En un
momento en el que 15.000 contribuyentes helenos podrían haber evadido 37.000
millones de euros en 2010 sólo faltaba poner un obstáculo más a los ciudadanos
que quieran declarar sus rentas.