En noviembre del año pasado Ebisa de la Argentina y Eletrobras del Brasil, dieron a conocer un estudio hidroeléctrico del tramo compartido entre ambos países del Río Uruguay, que aconseja encarar el Proyecto de Aprovechamiento Hidroeléctrico Garabí, un anhelo de muchos.
Sin
embargo el diseño elegido por los funcionarios intervinientes, que maximiza la
producción de energía a partir de un embalse de gran altura, generará un elevado
nivel de impacto ambiental y afectará a un número todavía no del todo conocido
de pobladores del área; elementos que permiten presagiar una enconada oposición
de la población a la concreción de la represa, tanto más cuando existen otras
alternativas de aprovechamiento del recurso promovidas en la zona en años
recientes.
La
situación de Garabí parece calcar la problemática que existe alrededor de otro
proyecto hidroeléctrico encarado por el Brasil en el Amazonas, Belo Monte; una
historia que no sólo involucra a las tradicionales presiones localistas en
torno a obras de esta naturaleza, sino a la misma Organización de Estados
Americanos y a una compleja red de contactos internacionales de gran cantidad
de organizaciones y personajes, cuyos intereses no siempre son fácilmente
identificables.
La
experiencia de Belo Monte puede sintetizarse diciendo que se trata de un
aprovechamiento cuyo diseño original de los años ´80 fue sustituido a mediados
del 2000 por otro que a partir de la adopción de una tecnología nueva de
turbinas (un poco menos eficiente desde el punto de vista económico), lograba
reducir a menos de la mitad el área que se inundaría para generar casi la misma
cantidad de energía. Este nuevo diseño, que parecía asegurar la viabilidad
social del proyecto, y la imperiosa necesidad de energía por parte de un Brasil
en crecimiento, lograron generar la atención de importantes grupos
constructores que actuaron como promotores locales del proyecto llamando la
atención de los funcionarios a cargo de estos temas, cuya intervención condujo
a un tercer diseño cuya ejecución implicaría inundar un área todavía más grande
a la originalmente prevista, generando una ola de oposición que llevó la
discusión hasta las orillas de la Organización de Estados Americanos.
Básicamente,
el problema se puede plantear como sigue: cuanto mayor es la altura de una
represa (la cota de coronamiento, más técnicamente), mayor es la cantidad de
energía que genera y mayor la eficiencia económica que dicta si es factible
construirla o no; pero también es mayor el área que se inunda y, por lo tanto,
mayor es el impacto al medio ambiente y a las poblaciones de la zona. Esta es,
en lo fundamental, la famosísima ecuación económica-ambiental que rige la
suerte de todas las grandes obras hidroeléctricas en los últimos veinte años y
a partir de la cual se debe tomar una decisión de compromiso que asegure tener
una cota de represa lo suficientemente alta para generar energía en forma
económicamente eficiente, pero no tan alta que hiera de muerte la posibilidad
de desarrollo de las poblaciones dentro del área de influencia de la obra.
En el
caso particular de Garabí, en la década del ´80, la empresa argentina Agua y
Energía Eléctrica y la brasilera Eletrobras elaboraron un proyecto (Hidrened –
Hidroservice) cuyo diseño establecía una cota de coronamiento a 94 metros de
altura de acuerdo a las ideas dominantes de treinta años atrás, maximizando la
cantidad de energía a generar y convirtiendo a la obra muy eficiente desde el
punto de vista económico. Claro que, por aquellos años, la ecuación de análisis
carecía de la variable ambiental, y este diseño preveía inundar más de 80.000
hectáreas de zonas rurales y trasladar a numerosas poblaciones ribereñas a
otras ciudades.
Ya desde
ese entonces algunos de los que participábamos en el proyecto teníamos la
sensación de que, con esa cota de coronamiento, el impacto ambiental del mismo
era demasiado elevado. Claro que no éramos visionarios del medio ambiente,
muchos de los conceptos que hoy vemos refinados y profesionales ya estaban en
el ambiente. Pero la base fundamental de esta sensación era la vivencia directa
de la angustia que este diseño generaba en muchos pobladores de la región.
Recuerdo
muy vivamente una reunión que tuve en aquella época con el Intendente de una
localidad de la zona, al que le fui a explicar que la inundación no afectaba su
pueblo. Este buen hombre, me contestó que si bien era cierto que el agua no
llegaba al pueblo, porque estaba construido en una loma, el proyecto inundaba
las chacras donde trabajan casi todos los habitantes que vivían ahí, por lo que
su municipio iba a perder su base de sustentación económica. De uno u otro
modo, la obra haría imposible el desarrollo de esa gente. Puro sentido común
que, a veces, los profesionales perdemos entre nuestros desvaríos técnicos, y
los funcionarios entre sus cálculos de beneficios.
A
principios de la década del ´90, la baja del precio del petróleo hasta los 25
dólares logró paralizar el proyecto Garabí con esa cota a 94 metros de altura,
hiriendo gravemente al proyecto, hasta el punto en que todos los creíamos un
amable recuerdo para archivar en el cementerio de las ideas más o menos buenas.
En esa década resultaba más barato generar energía con centrales térmicas que
encarar una gran obra de infraestructura para generarla a partir de la fuerza
del agua. Es decir, la parte económica de aquella ecuación no cerraba.
También
en esa década, mayormente por decantación natural de todo lo que se había
estudiado hasta entonces y un poco de apoyo de parte de los enormes impactos
ambientales que genera el uso masivo del petróleo, en casi todo el mundo más
avanzado se generó la hoy conocida conciencia ambiental que, como variable, vino
a balancear en aquella ecuación fundamental, a la conciencia económica conocida
desde antiguo. Esta nueva variable, parecía declarar la muerte del proyecto
Garabí a cota 94 metros.
Sin
embargo con el nuevo milenio, y gracias a que el precio del petróleo se
encontraba nuevamente a un precio muy elevado, renació el interés en Garabí. En
el año 2003, a instancias de un grupo de potenciales inversores privados
privado y de autoridades locales (municipales y provinciales) y con fuerte
condicionamiento de varias agrupaciones comunitarias de la zona, una consultora
argentina, con buena parte de los técnicos que habíamos participado del
proyecto Garabí a cota 94 metros, desarrolló un diseño alternativo que generaba
un poco menos de energía pero reducía la altura del embalse a 74 metros.
La
ecuación es simple: menor altura de cota implica menor eficiencia energética,
pero también menor inundación y, por lo tanto, menor nivel de impacto. En este
caso, los técnicos planteamos el trabajo en sentido inverso a partir de una
idea fundacional: el máximo impacto permitido para el proyecto a consecuencia
de la inundación que provocaría su construcción, es el impacto que la
naturaleza produce con sus inundaciones cuando en el Río Uruguay se producen
sus famosas crecidas extraordinarias. Esto es, el proyecto no puede provocar
más consecuencias que las que el Río produce cuando crece de modo
extraordinario. El área que se permitía afectar Garabí a cota 74 metros es la
cuarta parte de la que hubiera afectado el proyecto de Garabí a cota 94 metros
de treinta años atrás.
Este
diseño nuevo y el precio elevado del petróleo dieron nueva vida al proyecto
Garabí, atrayendo el interés de algunos grupos constructores de Brasil que lo
pusieron a prueba frente las autoridades municipales de la región a través de
numerosas reuniones técnicas tanto en Argentina como en Brasil. En estas
reuniones pareció quedar en claro el deseo de los funcionarios locales en la
ejecución de las obras y la aceptación por buena parte de los pobladores de sus
consecuencias acotadas a lo que la naturaleza marcaba como inevitable, siempre
y cuando además de las consideraciones ambientales consideradas al momento de
su diseño se tuvieran en cuenta también beneficios directos durante su
ejecución.
El
interés renovado en Garabí produjo otra iniciativa distinta, esta vez de un
importante grupo empresario argentino, que se interesó en financiar las obra en
base a un diseño que significaba levantar el coronamiento de la represa hasta
82,50 metros de altura, lo que permitiría el uso de turbinas de generación de
fabricación argentina. La ecuación sigue siendo simple: mayor altura de cota
implica mayor eficiencia energética, pero también mayor inundación y, por lo
tanto, mayor nivel de impacto. El área que se inundaría es mayor a la que
inunda la naturaleza y mayores serías los conflictos con numerosas comunidades
nuevamente afectadas como consecuencia de su construcción. Sin embargo, todavía
estábamos lejos de los 94 metros originales.
En 2008
Ebisa de la Argentina y Eletrobras del Brasil decidieron revisar el diseño del
proyecto Garabí a 94 metros de altura realizado en la década del ´80. La
iniciativa de los funcionarios si puede
llamarse así a una decisión retardada en cinco años a los renovados bríos del
proyecto promovió el trabajo de un grupo
de consultoras, Cnec (Brasil) -Esin-Proa
(ambas argentinas), cuyo resultado es un
diseño que es muy difícil de calificar, sobre todo porque parece poner a prueba
la lógica misma de esta ecuación tan simple que venimos repitiendo, dejando en
el camino del olvido momentáneo la variable ambiental que balancea a la
económica.
La
ecuación es todavía muy simple: mayor altura de cota implica mayor eficiencia
energética, pero también mayor inundación y, por lo tanto, mayor nivel de impacto;
que en el caso de la construcción de Garabí con una represa a 89 metros
implicaría inundar prácticamente la misma cantidad de tierras que las que
hubiera inundado la represa a 94 metros de altura forzando a los pobladores de
Garruchos, Azara, San Javier, Itaucaruaré y Porto Xavier a trasladarse a otras
ciudades y con ellos a numerosas comunidades de criollos y aborígenes que viven
en las zonas rurales de sus alrededores. Indirectamente, el número de personas
será mayor porque el área a inundar afectará también muchos kilómetros del
ferrocarril y caminos que hoy permiten la cría de ganado y el cultivo de yerba
mate, soja, arroz y madera en otras localidades, extendiendo la afectación a
varias decenas de miles de habitantes de la región.
El
problema que se plantea desde el punto de vista del conflicto social que se
generaría en la zona a partir de este diseño de Garabí a 89 metros podría ser
muy similar al planteado por muchos otros proyectos hidroeléctricos en varios
países de América, aunque la nota particular que distinguiría a este caso de
los otros es ¿cuál será la reacción de las poblaciones afectadas por este
diseño a sabiendas de que existen otros dos proyectos (Garabí a 74 y a 82,50
metros) que han sido promovidos activamente por los mismos actores en años
recientes, que prometen similares condiciones de generación eléctrica, mayores
beneficios directos a los pobladores locales y menos afectaciones al modo en
que viven hoy en día?. Algo así como: ¿cómo habría sido la película Avatar si
los habitantes de aquél planeta hubieran conocido otros terrestres que
proponían explotar sus recursos de un modo más racional y distributivo,
distintos al modo irracional y apropiativo en que los explotaban los humanos
contra los que finalmente lucharon?. ¿Habrían optado por uno u otro modo, o
habrían decidido a partir del peor de ellos, que ambos eran igualmente malos y
que la única salida seguía siendo la lucha?.
Como
conozco a mucha de la gente muy preparada profesionalmente que participó en el equipo de este
diseño de Garabí a 89 metros, descarto desde ya la posibilidad de utilizar
argumentos de promoción del trabajo nacional en la fabricación de las turbinas
que se propone utilizar en la construcción frente a la acción reivindicativa
del estilo de vida de los pobladores de la región que será afectada; o que, en
realidad, el diseño es una reivindicación de aquel de los años ´80 que vivirá
como futuro estandarte para la renovación constante de la conciencia ambiental
de los habitantes de la región.
Por mi propia actividad profesional creo que muchos conocedores del tema e inteligentes en su desempeño, que por naturaleza, participarán en
cualquier actividad en contra de la construcción de cualquier represa en
cualquier país del mundo, pero descarto desde ya el uso de la argumentación genérica
de que tras un proyecto hidroeléctrico existen sólo intereses económicos
irracionales de constructores y proveedores de insumos frente a la disposición
futura de gran cantidad de energía eléctrica menos contaminante que la que
produce la generación térmica y, hoy por urgencias lejanas, menos problemática
que la generación nuclear. Sobre todo porque para sus cadenas de correo
electrónico convocando a la conciencia utilizan más energía eléctrica que la
necesaria para iluminar una casa de tres ambientes en zona rural.
** Ing.
Alejandro María Albanese, es Ingeniero Civil con Orientación
hidráulica de la Universidad de Buenos Aires; actualmente se desempeña
en el sector privado, es profesor universitario, y consultor de firmas
privadas, universidades, ONG´s, etc. En la ex Agua y Energía Eléctrica de
Argentina, fue Gerente a cargo del seguimiento de contratos, y entre otras estudios
y obras hidráulicas, por la parte Argentina, de los trabajos efectuados por las
consultoras Hidrened (Argentina) - Hidroservice (Brasil) , contratadas para efectuar
los estudios del Aprovechamiento Hidroeléctrico Garabí.
A - Información
en la web sobre Garabi:
a) Mega
Proyectos Hidroeléctricos: Proyecto Garabí, Ing. Raúl Suárez Montórfano
(Trabajo que se enmarca en las actividades desarrolladas a partir del
proyecto:”Monitoramento dosImpactos Sociais e Ambientais do financiamiento de
infra-estructura e energía na America do Sul”- Fundación MOTT)
http://www.mbigua.org.ar/uploads/ElProyectoGarabi.pdf
b) Alguna
de las posturas políticas sobre el Proyecto actual:
Se
mantiene la postura por el No a Garabí
El
senador Luis Viana, reafirmó que el Partido Justicialista mantendrá dentro del
FpV los postulados aprobados en el Congreso Partidario, y uno de ellos es el No
a Garabí. “El PJ no cambiará de posición con respecto al tema de las represas.
Nosotros encabezamos esa campaña y la seguiremos manteniendo dentro del Frente
ya que el 95% de los misioneros no está de acuerdo con la construcción de las
represas, y eso no significa que en otros temas coincidamos con la Nación; pero
el tema de Garabi es un problema que afectará a los misioneros y debemos resolverlo
los misioneros a través de un plebiscito”, afirmó.
Viana
destacó que desde el Frente para la Victoria “queremos que las politicas claras
del Gobierno nacional que son exitosas en el país, se trasladen a Misiones,
porque la renovación no lo está haciendo. Buscamos romper este modelo renovador
nefasto para los misioneros con una opción real de cambio. Sabemos que es
dificil, pero también sabemos que hay un 65% que quiere adherir a un proyecto
para ganarle a la renovación y desterrar 12 años de gestión".( Misiones On
line, 7 de abril de 2011:Viana evitará las internas: el candidato del Frente
para la Victoria será quien "mejor explique" para qué quiere ser
gobernador)
http://www.misionesonline.net/noticias/07/04/2011/viana-evitara-las-internas-el-candidato-del-frente-para-la-victoria-sera-quien-mejor-explique-para-que-quiere-ser-gobernador
B - Sitios
web de agrupaciones opuestos a la represa:
a) http://www.noagarabi.com.ar/docs/todo_sobre_garabi.php
b) http://riouruguaylibre.com.ar/
C - Sitios
web que apoyan la construcción de la represa:
a) http://www.momarandu.com/amanoticias.php?a=7&b=0&c=73945
b) http://www.garabi-garruchos.com/index.php/component/content/article/6-noticias/88-la-construccion-de-la-represa-de-garabi-es-un-hecho-real-e-irreversible-
D - Más información en Wikipedia sobre Garabi:
http://es.wikipedia.org/wiki/
Proyecto_de_Represa_de_Garab%C3%AD
E - Información
en la web sobre Belo Monte:
a) Brasil:
OEA determina suspensão imediata de Belo Monte
http://www.biodiversidadla.org/Principal/
Contenido/Noticias/
Brasil_OEA_determina_suspensao_imediata_de_Belo_Monte
b) La presa
de Belo Monte
http://www.survival.es/sobre/presa-belo-monte
c) Nuevo
parón en la construcción de Belo Monte
http://www.elpais.com/articulo/internacional/
Nuevo/paron/construccion/Belo/Monte/
elpepuint/20101118elpepuint_2/Tes
d) Lula
construirá la tercera mayor presa del mundo en el Amazonas (Fuerte oposición de
ecologistas, indígenas y la Iglesia a la central hidroeléctrica)
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Lula/
construira/tercera/mayor/presa/mundo/Amazonas/
elpepiint/20100421elpepiint_7/Tes
e) Invierten
US$ 8.300 para una represa en Brasil (El consorcio constructor está conformado
por Camargo Correa, Galvao Engenharia y Serveng-Civilsan, entre otras firmas.
El proyecto generó críticas de indígenas y ambientalistas)
http://america.infobae.com/notas/19360-
Invierten-US-8300-para-una-represa-en-Brasil
F - Más información en Wikipedia sobre Belo Monte:
http://es.wikipedia.org/wiki/Represa_de_Belo_Monte