El gobierno niega que haya abierto fuego y anuncia «decisiones importantes» en dos días. Human Rights Watch cifra en 61 los muertos.Cientos de personas reclaman en Deraa «dignidad y libertad» y gritan «no a las leyes de emergencia».
La brutalidad del régimen sirio ha vuelto a las calles de la ciudad sureña de
Deraa, donde comenzó la revuelta que ha puesto el poder de
Bashar Al Assad contra las cuerdas. La policía ha vuelto este mediodía a abrir fuego contra cientos de manifestantes que protestaban contra las leyes de emergencia vigentes en el país entre 1953, y que
el Gobierno anunció el domingo que había decidido suspender, pero sin dar un calendario concreto.
Testigos citados por las pocas agencias de noticias que tienen periodistas locales dentro de Siria señalan que cientos de personas se encontraban concentrada en la principal plaza de la localidad alzando consignas de «divinidad y libertad» cuando se produjo la carga, que se teme pueda ser tan letal como la que se ejecutó el pasado jueves en la misma población, y que dejó una cifra de muertos que algunas fuentes situaron en más de un centenar. En cambio, las autoridades sirias han desmentido este lunes que se hayan producido disparos en la ciudad. Según la agencia oficial SANA, «una fuente responsable ha desmentido las denuncias propagadas por algunos medios sobre disparos por las fuerzas de seguridad contra manifestantes en Deraa».
La ciudad había sido rodeada ayer por el Ejército, en el primer despliegue militar ordenado por el Gobierno en esta crisis, que se extendió también al interior de la mediterránea Latakia, feudo tradicional de la secta alauita a la que pertenece la familia Assad, y que el sábado fue escenario de violentos choques.
El vicepresidente del país, Faruq al Shara, declaró a la cadena de televisión del movimiento chií libanés Hezbolá, Al Manar, que el presidente Assad anunciará en los dos próximos días una serie de «importantes» decisiones que «agradarán al pueblo sirio».
La organización Human Rights Watch ha cifrado en al menos 61 personas los fallecidos como consecuencia del uso de «munición real» por parte de las fuerzas de seguridad sirias contra los manifestantes desde el pasado 18 de marzo en el sur del país, 26 de ellas solo entre el viernes y el sábado.