"Ante esta situación, el Gobierno de El Salvador ordenó la aplicación de un dispositivo de seguridad que incluye unidades combinadas del ejército y la policía en zonas de alta peligrosidad", agrega Xinhua.

Sin embargo, la ola de crímenes ha persistido y cobró dos vidas más. Jonathan Javier Torres Mira tenía 18 años y se preparaba para graduarse de bachiller opción contaduría el próximo 7 de noviembre. Su hermano, Daniel Alexander Rosales Mira, de 15 años, estudiaba noveno grado en el centro escolar Romero Alvergue, del barrio San Jacinto en San Salvador.

Ninguno de los dos va a cumplir su sueño de llegar a ser profesionales, porque sus cadáveres aparecieron ayer al mediodía en una zona boscosa en las afueras de Panchimalco. Ellos desaparecieron desde la mañana del sábado pasado, luego de salir de forma apresurada de su casa, en el barrio San Esteban del referido municipio.

El inspector jefe de la Policía Cortez Figueroa explicó que los jóvenes se encontraban comiendo en su casa cuando uno de ellos recibió una llamada telefónica, dejaron de comer y enseguida salieron sin decir hacia dónde iban.

El inspector Cortez explicó que no fue hasta ayer por la mañana que la unidad de emergencias 911 de San Marcos recibió una llamada donde alertaban del hallazgo de dos cadáveres en la finca Las Morenas.

El diputado suplente del partido FMLN, Misael Mejía, quien acudió al sitio del hallazgo de los cadáveres, explicó que es lamentable que la vida de dos jóvenes con futuro se pierda por esta violencia criminal que vive el país.

"Ojalá que estas muertes no obedezcan a las actitudes de resistencia de los grupos delincuenciales a la nueva ley", dijo.