Diversos asideros existen en efecto en este país de 23 millones de habitantes, la mitad de ellos analfabetos, para ser aprovechados por los terroristas, y van a ser el objeto de estudio en el presente análisis. Dada la abundancia de estos, ello nos lleva a insistir de partida en la necesidad imperiosa de conceder a este estratégico rincón del mundo una atención sostenida en el tiempo, incluso cuando deje de atraer el protagonismo en los grandes medios de comunicación bien porque alguno de sus desafíos más visibles haya sido resuelto o bien porque otras amenazas más visibles recaben la atención de aquellos.

1. Demasiadas debilidades internas

Tras tres décadas en el poder el Presidente Saleh se apoya en lazos de clientelismo propios de una sociedad tribal como es la yemení para mantenerse en el mismo y lo hace en un país muy pobre, en el que recursos tan esenciales como el agua escasean cada vez más, y donde se superponen varios conflictos internos que crean un ambiente de caos del que trata de aprovecharse Al Qaida.[i] Por otro lado, antecedentes como el del atentado suicida contra el ‘USS Cole’ en el puerto de Adén, que provocaba 17 muertos en el año 2000, el ataque con un avión no tripulado estadounidense que en noviembre de 2002 provocaba la muerte del jefe tribal ligado a Al Qaida Salim Al-Harithi, acusado de estar implicado en el susodicho atentado, y de cinco de sus acompañantes, o el asesinato de ocho turistas españoles en el verano de 2007 en Maareb y el de cuatro turistas surcoreanos en marzo de 2009 en Shibam son sólo cuatro botones de muestra de los muchos que hay para ilustrar la presencia de Al Qaida en este país. Precisamente con motivo del Año Nuevo el Presidente Saleh publicaba el pasado 31 de diciembre un artículo en el periódico oficial Al Thawra en el que llamaba al apaciguamiento de los tres principales focos de violencia del momento en el país: la revuelta shií en el norte, el separatismo en el sur y el activismo terrorista de Al Qaida en el sur y en el este.[ii]

Siendo la República de Yemen actual el resultado de la unión violenta de dos Estados que existieron como tales hasta el 22 de mayo de 1990 – la República Árabe de Yemen y la República Popular Democrática del Sur de Yemen - y dado que no se produjo el urgente y necesario proceso de integración entre sociedades que se hace obligado en experiencias como esta (recuérdese el caso alemán con la necesidad de aproximar a los antiguos nacionales de la República Democrática Alemana a los muy distantes estándares de vida de los de la República Federal de Alemania) partimos ya de una realidad dotada de elementos belígenos latentes cuando no visibles.[iii] Si en Alemania ambas partes se unieron en un marco de paz social, de optimismo generalizado propiciado por el fin de la Guerra Fría y apoyado generosamente el proceso por unas Comunidades Europeas exultantes que se transformaban en Unión Europea, los dos Yemen se unían en un marco de pobreza en ambas partes y de enfrentamientos – los sudistas perdieron en 1994 una guerra secesionista iniciada en abril de ese año y terminada en julio con la captura de Adén por los nordistas – y faltos de un marco supranacional envolvente que bendijera y protegiera dicho proceso, bien desde una dimensión árabe o bien desde una islámica.

En efecto el separatismo de los sudistas, que se ha visto reactivado hace dos años, ha tenido como hito importante la asunción el pasado 21 de mayo por parte del ex Presidente sudista Al Beidh, quien actualmente reside en Alemania, del liderazgo del mismo. En abril y mayo cinco manifestantes independentistas murieron en Adén y cuatro más durante sus funerales, y el 23 de julio morían otros 16 manifestantes. Se han registrado ataques contra ciudadanos del norte que los independentistas sureños niegan haber realizado y los líderes yemeníes de Al Qaida han hecho público su apoyo a los sudistas. Si algo podemos destacar de esta ceremonia de confusión es, por un lado, lo endeble del separatismo sudista aunque su simple existencia ya representa una debilidad para el régimen de Saná, y, por otro lado, el deseo de Al Qaida de pescar en aguas revueltas pues su apoyo al secesionismo es meramente retórico pues no debemos de olvidar que la red terrorista y la ideología que la sustenta abominan de las fronteras y de los sentimientos nacionales que sólo sirven, piensan, para dividir la Umma o comunidad de los creyentes en el Islam. En cualquier caso el independentismo sureño parece adquirir perfiles cada vez más violentos tal y como se verificaba ya en enero pasado: el 7 de enero dos militares morían en un ataque contra una comisaría de Adén y a fines de ese mes se intensificaban las movilizaciones secesionistas en el deseo de hacerse visibles en las fechas previas a la celebración de la conferencia internacional de Londres sobre Yemen.[iv]

Por otro lado, desde agosto de 2009 también se ha agravado la insurrección shií que desde hace un lustro azota a la zona norte del país donde los rebeldes Huthi han concitado con su actitud no sólo la reacción armada del régimen del Presidente Saleh apoyado por los saudíes, que también sufren de problemas con sus propios shiíes, lanzada el 11 de agosto, sino también el pernicioso interés de Al Qaida. Para la red de Bin Laden no se trata sólo de aprovechar las debilidades de su enemigo, el régimen de Yemen, para lograr ventajas en medio del caos, sino que también está interesado de paso por avivar el atávico conflicto intra-musulmán que enfrenta a la ortodoxia suní con la heterodoxia shií como viene haciendo en otros escenarios también convulsos como son Irak o Pakistán, entre otros. Los Huthi son shiíes zaidíes que se consideran marginados poe el sólo hecho de ser shiíes, como les sucede a los Hazara de Afganistán. El 5 de noviembre se habían iniciado los enfrentamientos entre los rebeldes yemeníes y fuerzas saudíes habiendo declarado la guerra los primeros a los segundos al prestar Riyad apoyo logístico y militar al régimen yemení en la guerra que este libraba desde agosto.[v] Las autoridades yemeníes, y las saudíes, consideran que detrás de este levantamiento están las manos de Irán. El 3 de enero ataques aéreos saudíes en el norte de Yemen provocaban 16 muertos.[vi] El 8 de febrero se intercambiaba fuego de artillería entre fuerzas saudíes y rebeldes Huthi en la región de Saada: según los rebeldes la artillería saudí habría provocado 14 muertos y en los combates con tropas yemeníes habrían muerto 10 soldados. Con estos enfrentamientos se cuestionaba el proceso de paz iniciado después de que el 25 de enero el líder de los rebeldes, Abdul Malik Al Huzi, ofreciera una retirada de todas sus posiciones, incluidas las saudíes, a cambio de un alto el fuego.[vii] Dicha oferta se había producido tras una dura ofensiva combinada de tropas y de fuerzas tribales contra los rebeldes shiíes que llevó a dicho anuncio y a la anunciada retirada de los rebeldes de 47 posiciones que ocupaban en suelo saudí el 26 de enero. En cualquier caso la confusión de los primeros días mostraba después que los enfrentamientos perduraban en la rutina habitual de este conflicto: con el del 25 de enero eran ya cuatro los anuncios del fin de las hostilidades por parte de los rebeldes Huthi, y el 31 de enero la televisión oficial informaba sobre enfrentamientos en Saada y Malahidh que habrían provocado una veintena de muertos entre los rebeldes.[viii] Además de las cifras de bajas este conflicto ha provocado 250.000 desplazados. La mediación que llevó adelante Qatar en 2008 ha dado como vemos escasos resultados y ahora es el lenguaje de las armas el que se ha venido imponiendo en el último semestre. A destacar en términos transfronterizos es el hecho de que las operaciones militares saudíes son dirigidas por Khaled Ben Sultan, quien aparte de hijo del Ministro de Defensa y responsable de las fronteras del Reino es uno de los tres principales aspirantes a la sucesión en Arabia Saudí, y es indudable que la campaña contra la revuelta de los shiíes yemeníes le ha permitido ganar visibilidad.[ix] Por otro lado la campaña militar está llevando al rearme de las tribus saudíes del sur del país para defenderse de shiíes y de yihadistas y esto es algo que las autoridades centrales saudíes tendrán que gestionar con cuidado de cara al futuro.[x]

Otro factor que en principio podría verse como positivo – el que Yemen sea productor, aunque muy modesto, de crudo – es negativo desde la perspectiva de la lucha antiterrorista pues introdujo a este país en la lista de objetivos prioritarios de Al Qaida, que considera a todos los productores árabo-musulmanes de hidrocarburos como pilares de un sistema que, diseñado a principios del siglo XX por Occidente, humilla, divide y oprime al Islam. Aunque desde 2005 no se han producido ataques a oleoductos y a refinerías dignos de mención sí es importante destacar que el 31 de enero las fuerzas de seguridad abortaban un intento de atentado contra el principal oleoducto del país, ubicado al este de la capital, Saná, acción frustrada esta que sirve para recordar la plena vigencia de la amenaza.[xi] El petróleo se produce principalmente en las zonas de Marib y Shabwa, situadas donde antaño estuvo la frontera entre los dos Yemen y su descubrimiento y el inicio de la explotación es relativamente reciente datando de 1988.

Finalmente, y no al principio como gustan de hacer algunos, es obligado hablar de las penurias económicas como de un factor que contribuye a agravar aún más la situación de radicalización y violencia. Recordemos que ya en 2006, cuando Yemen sufría amenazas y ataques de Al Qaida, una conferencia internacional de donantes parecida a la ahora reunida en Londres el pasado 27 de enero, en paralelo a otra convocada anteriormente sobre Afganistán, asignaba 5.000 millones de dólares al país árabe que su tejido económico no ha sido capaz en este tiempo de absorber.[xii] El Gobierno yemení transmitía en Londres un doble mensaje: por un lado, su capacidad militar y policial para hacer frente por sí mismo y sin injerencia extranjera a las diversas amenazas y,[xiii] por otro lado, la necesidad de que la comunidad internacional contribuya a erradicar la penuria del país – en el que el 42% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza - que según las autoridades alimenta el radicalismo. Obviando su incapacidad para la absorción de fondos el Viceministro yemení de Planificación, Hisham Sharaf, se permitía incluso pedir una suerte de Plan Marshall para su país, estimando incluso un montante, de 50.000 millones de dólares, para la próxima década.[xiv] En cualquier caso las necesidades del país se agudizan – principalmente en torno al agua, al petróleo y/o a la tierra - y aunque podamos considerar que el incremento del radicalismo se debe también a otros factores es bien evidente que aquellas requieren de respuestas prontas y eficaces pues la pugna por los recursos ya comienzan a estar detrás de enfrentamientos tribales en el país.[xv]

La conferencia internacional “ad hoc” de Londres del pasado 27 de enero no ha hecho sino dar una respuesta vaga a las necesidades de Yemen y ello a pesar de que culminara con la aprobación de un plan de diez puntos y la creación de un ‘Club de Amigos de Yemen’ por una veintena de Estados. Sin asignar fondos en principio, dada la susodicha incapacidad yemení para absorber los anteriores, ni tomar decisión alguna respecto a la solicitud de condonación de la deuda externa del país cifrada en 6.000 millones de dólares y solicitada por el Viceministro Sharaf, sí podemos destacar dos puntos que pueden ser, en principio, positivos: por un lado, la presencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el nuevo proceso que se abre, con un plan de saneamiento ya aprobado por las autoridades yemeníes, y por otro lado la convocatoria de una conferencia de donantes a celebrarse en los días 27 y 28 de febrero en la capital saudí.[xvi]

2. Una delicada ubicación geográfica

La posición de Yemen dominando las orillas oriental del estratégico Estrecho de Bab al Mandeb – la ‘Puerta de las Lágrimas’ en árabe - y septentrional del extenso Golfo de Adén y su vecindad terrestre con Arabia Saudí y marítima con Somalia, Eritrea y Yibuti hacen de Yemen una pieza atractiva en términos geoestratégicos y así lo han señalado los propios dirigentes de Al Qaida en la Península Arábiga (AQAP). Cuando el 8 de febrero el número dos de AQAP, Said Al Shahri, saudí y antiguo preso de Guantánamo, anunciaba el lanzamiento de una guerra santa contra los cruzados también afirmaba que su grupo proyecta “restituir el Estrecho de Bab Al Mandeb al seno del Islam” pues con ello “quedará cerrado y el cerco se cerrará en torno a los judíos, dado que es a través de él como EEUU les envía su apoyo”.[xvii] No sorprende que en dicho mensaje Al Shahri agradeciera a los yihadistas somalíes de Al Shabab su labor al otro lado del Estrecho de Adén invitándoles a intensificarla en el deseo de lograr con el tiempo un verdadero efecto pinza en esta zona de tan intenso tráfico marítimo. El que Al Shahri fuera repatriado por las autoridades estadounidenses desde Guantánamo en noviembre de 2007, en un momento de febril activismo yihadista tanto en la Península Arábiga como en la vecina Somalia, da una idea tanto de las limitaciones de los programas saudíes de desradicalización – sobre las que ya hemos incidido en análisis anteriores - como de cómo la peligrosa llegada de un ex convicto de dicho campo de internamiento, con la aureola que de partida trae consigo, puede influir muy negativamente en un contexto local bien preparado para recibirle.[xviii] Al Shahri ha sido relacionado, por ejemplo, con el ataque sufrido por la Embajada de los EEUU en Saná en 2008.[xix]

3. La desestabilización progresiva de los vecinos inmediatos

Si delicada es la situación en Arabia Saudí más aún lo es en la también vecina Somalia. Aquí, en un comunicado hecho público el pasado 29 de enero, los yihadistas de Al Shabab declaraban por primera vez su fidelidad y sumisión a Al Qaida en los siguientes términos: “Hemos acordado unirnos a la Yihad internacional de Al Qaida (...). También hemos acordado unir a los muyahidin de Al Shabab y Kamboni para liberar el Cuerno de África, que está bajo los pies de una minoría cristiana”.[xx] Aunque dicho grupo es con frecuencia descabezado perdura como un buen ejemplo de la motivación de los yihadistas: el pasado 7 de febrero moría violentamente en Mogadiscio el jordano Amar Ibrahim, el penúltimo emir del grupo, en un enfrentamiento entre miembros del mismo.[xxi] Tan sólo dos semanas antes un enfrentamiento entre Al Shabab y efectivos de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) también en Mogadiscio había dejado al menos once muertos.[xxii]

Precisamente la violencia endémica que sufre este país del Cuerno de África desde hace dos décadas, y que ahora se incrementa con la penetración de Al Qaida, está obligando a tomar medidas. Junto a la presencia más incisiva de los EEUU, la UE, por ejemplo, está entrenando actualmente en Uganda – país que dirige la misión militar AMISOM – a 2.000 efectivos somalíes para que en la próxima primavera puedan estar en condiciones de asumir tareas de seguridad.[xxiii] Por otro lado, la obligada lucha contra la piratería y contra el terrorismo va a llevar probablemente a la Presidencia española de la UE a convocar una conferencia internacional sobre la seguridad y el desarrollo de Somalia durante el primer semestre de 2010, que podría celebrarse en Kenia.[xxiv]

En términos de la posible expansión del terrorismo yihadista salafista no sólo en términos geográficos sino también funcionales, es interesante comprobar cómo la hasta tiempos muy recientes demonizada hipótesis sobre la posible conexión entre la piratería en Somalia y el activismo terrorista comienza a imponerse. Ello es así no sólo porque en España el Juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz investigue actualmente tal pista en lo que al secuestro de triste recuerdo del atunero español ‘Alakrana’ respecta, sino porque cada vez se abunda más en ello en círculos rigurosos de análisis tanto oficiales como privados.[xxv] Además cabe preguntarse, como hemos hecho en análisis anteriores, sobre Somalia y la piratería: ¿Por qué habrían de desaprovechar los terroristas yihadistas tan útil herramienta de combate con la que aparte de obtener jugosos fondos pueden humillar e incluso hacer claudicar a sus enemigos los Estados occidentales? Con ello Somalia sería un útil campo de batalla para actuar a través de los secuestros como lo son los países del Magreb y del Sahel: en aquel actuando en las aguas del Océano Índico y en estos haciéndolo en el mar de arena del Sáhara.

4. Las raíces del proselitismo yihadista

Yemen se ha convertido desde hace años en punto de entrenamiento de terroristas y predicadores radicales yemeníes en el país u otros de origen yemení operando en el extranjero han radicalizado a individuos arrastrando incluso a algunos de ellos hasta la realización de atentados. Véanse así los casos más recientes del comandante estadounidense Nidal Malik Hasan, autor de una matanza en la base tejana de ‘Fort Hood’, el pasado noviembre, o el del joven nigeriano Omar Faruk Abdulmutalab, radicalizados ambos de la mano del predicador yihadista yemení-estadounidense Anuar Awlaki quien ya tuviera también relación con tres de los terroristas del 11-S.[xxvi] El joven nigeriano trató de hacer estallar el pasado día de Navidad el vuelo Ámsterdam-Detroit de ‘Northwest Airlines’ en un atentado suicida frustrado que fue reivindicado el 28 de diciembre por AQAP, la franquicia de Bin Laden que es el resultado de la unificación de yihadistas saudíes y yemeníes bajo el mismo estandarte en enero de 2009.[xxvii] AQAP, en las siglas en inglés del grupo, está basada principalmente en suelo yemení y su líder o emir es Nasser Al Waheeshi, quien fuera guardaespaldas de Bin Laden en Afganistán y uno de los presos huidos de una cárcel yemení en 2006. Aunque algunas fuentes,[xxviii] en su empeño por realizar inventarios, cifran en tres centenares sus miembros, cabe destacar que siempre es arriesgado tratar de contar los efectivos humanos de un enemigo que no es un ejército regular y en el que, como también ocurre en Al Qaida en las Tierras del Magreb Islámico (AQMI) como la otra gran sucursal regional de Al Qaida central en el mundo, la interacción entre activistas armados y seguidores a diversos niveles es muy fluida.

Significativo es, por otro lado, que buena parte de los internos que aún permanecen en el campo de detención de Guantánamo – 93 de entre unos 200 – y a los que con dificultades trata la Administración Obama de encontrar acomodo son yemeníes y no puede devolverlos a su país de origen por la amenaza que ello supondría en un escenario tan vulnerable como el que aquí estamos analizando. No debemos de olvidar que, al igual que ocurre en Afganistán y como veíamos anteriormente para el caso del número dos de AQAP, antiguos presos del susodicho penal han pasado a engrosar las filas de Al Qaida, y en este caso concreto de AQAP, aprovechando su aureola.

La lucha contra AQAP se ha intensificado particularmente a fines de 2009 habiéndose recrudecido tras el atentado frustrado del día de Navidad.[xxix] En un bombardeo producido el 24 de diciembre contra una treintena de terroristas en la provincia sureña de Shabwa las autoridades creyeron haber matado a Said Al Shahri, adjunto de Nasser Al Waheeshi, pero la susodicha reaparición de este en una grabación lo desmiente. En dicha provincia, en concreto en las afueras de la localidad de Ataq, 570 kilómetros al sureste de Saná, morían el 24 de enero tres agentes del Gobierno en una emboscada que no se sabía si adjudicar a AQAP o a los independentistas. Por otro lado, el año comenzaba en Yemen con un estado de máxima alerta que llevó a cerrar o a limitar el acceso durante días a varias embajadas occidentales en Saná.[xxx] En los operaciones lanzadas entre diciembre y enero las autoridades yemeníes sí lograban algunos éxitos destacables, entre ellos la detención de un líder local de AQAP, Mohammad Ahmed Al-Hanak, arrestado a principios de enero en las proximidades de Saná.[xxxi] 

De cara al futuro es previsible que AQAP juegue un importante papel dentro del yihadismo salafista dada la proximidad ideológica, espiritual y afectiva al propio líder, cuya familia es originaria de la provincia de Hadramaut desde la que hace cuatro décadas su padre, Mohamed Bin Laden, partió hacia Arabia Saudí.[xxxii] La fijación por objetivos añadidos como son Arabia Saudí o Somalia hará de toda esta región un escenario que requiere y requerirá de atención permanente como ya lo hacen otros escenarios como Afg/Pak y el Magreb/Sahel.

Carlos Echeverría Jesús (Madrid, 26 de marzo de 1963) es Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED y responsable de la Sección Observatorio del Islam de la revista mensual War Heat Internacional. Ha trabajado en diversas organizaciones internacionales (UEO, UE y OTAN) y entre 2003 y 2004 fue Coordinador en España del Proyecto "Undestanding Terrorism" financiado por el Departamento de Defensa de los EEUU a través del Institute for Defense Analysis (IDA). Como Analista del Grupo asume la dirección del área de Terrorismo Yihadista Salafista. 

Notas

[i] PARIS, Gilles: “Le Yemen devient un enjeu majeur pour Al-Qaida” Le Monde 30 diciembre 2009, pp. 1 y 5.

[ii] “Yemen. Saleh appelle à la raison les rebelles” L’Expression 1-2 enero 2010, p. 11.

[iii] Los Presidentes de Yemen del Norte, Alí Abdulá Saleh, y del Sur, Alí Al Beidh, firmaban dicha unión ante la emblemática presencia de Yaser Arafat. A partir de ese momento Al Beidh se convertía en Vicepresidente del nuevo Estado pero en tres años la unión estalló. Véase la entrevista a Al Beidh en ESPINOSA, Javier: “Alí Al Beidh. “Yemen ha puesto su máquina de matar en marcha” El Mundo 17 febrero 2010, p. 27.

[iv] Importantes enfrentamientos entre independentistas y fuerzas del orden se produjeron en la localidad de Daleh. Véase ESPINOSA, J.: “Bin Laden se atribuye el atentado fallido de Detroit” El Mundo 25 enero 2010, p. 25.

[v] El desencadenante de la intervención militar saudí fue el asesinato de un guardia de fronteras de dicha nacionalidad por los rebeldes yemeníes. Véase ESPINOSA, Ángeles: “Yemen intensifica la guerra contra los chiíes del norte” El País 1 febrero 2010, p. 5.

[vi] “Frontière yéméno-saoudienne. Seize civils tués dans des raids saoudiens” L’Expression (Argelia) 5 enero 2010, p. 11.

[vii] El 13 de enero Arabia Saudí había dado por pacificada su frontera con Yemen y en esos momentos se hacía balance de los enfrentamientos iniciados en noviembre: 133 soldados saudíes y cientos de rebeldes muertos. Véase “Los rebeldes hutíes de Yemen se retiran de Arabia Saudí” Diario de Navarra 27 enero 2010, p. 7.

[viii] ESPINOSA, J.: “Yemen acepta la tregua de la guerrilla con condiciones” El Mundo 1 febrero 2010, p. 24.

[ix] BOUATTA, D.: “En prévision de la succession du roi Abdallah d’Arabie Saoudite. Mise en ordre avec en sous main la lutte chez les princes” Le Cap (Argelia) 16-31 diciembre 2009, p. 32.

[x] A destacar que el 10% de la población saudí es shií, se concentra en la provincia del Este y se siente discriminada. Véase DE ANDRÉS, Francisco: “El león saudí pierde las garras” ABC 9 febrero 2010, p. 32.

[xi] “Yemen. Abortan un atentado contra un oleoducto” ABC 1 febrero 2010, p. 30.

[xii] “Yémen. Gordon Brown veut une réunion internationale” Le Financier (Argelia) 3 enero 2010, p. 6.

[xiii] Aunque ello no impedía que en el marco de la Conferencia de Londres su Ministro de Asuntos Exteriores, Abubakr Al Kirbi, considerara insuficiente la ayuda que en materia antiterrorista recibía hasta entonces del exterior. Véase “Yemen. Washington et Sanaa pourraient mener des frappes aériennes” Le Financier (Argelia) 31 diciembre 2009, p. 7.

[xiv] ESPINOSA, J.: “Yemen pide en Londres un Plan Marshall para salir del colapso” El Mundo 27 enero 2010, p. 25.

[xv] A título de ejemplo, Yemen es según el Banco Mundial “uno de los países con más escasez de agua”. Cada yemení sólo dispone de 125 metros cúbicos de agua anuales, frente a los 2.500 de media en el mundo, o los 1.250 de Oriente Próximo y el Norte de África. Véase ESPINOSA, Á.: “Yemen se queda sin agua” El País 15 febrero 2010, p. 29.

[xvi] En la conferencia de Londres participaron además de Yemen, los EEUU y el Reino Unido otros Estados miembros de la UE, los del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y representantes de la ONU, del FMI y del Banco Mundial. Véase OPPENHEIMER, Walter: “Plan internacional contra la pobreza yemení” El País 28 enero 2010, p. 7.

[xvii] PRIETO, Mónica G.: “Al Qaeda amenaza con tomar el estrecho de Bab Al Mandeb” El Mundo 9 febrero 2010, p. 23.

[xviii] La grafía del nombre de este terrorista saudí es también la de Said Al Chehri. Véase “Yemen. Washington et Sanaa porraient mener des frappes aériennes” Le Financier (Argelia) 31 diciembre 2009, p. 7.

[xix] “Parmi les ex – détenus de Guantánamo. Au moins un dirigeant d’Al Qaida au Yemen” L’Expression (Argelia) 30 diciembre 2009, p. 12.

[xx] “Somalia. Los islamistas de Al Shabaab se unen a Al Qaida” El Mundo 2 febrero 2010, p. 26.

[xxi] Había sucedido en septiembre a Saleh Alí Saleh, muerto en un bombardeo estadounidense en el sur de Somalia. Véase “Somalia. Asesinan al líder de Al Shabab, Amar Ibrahim” ABC 9 febrero 2010, p. 33.

[xxii] “Violents combats à Mogadiscio” Le Figaro 26-27 diciembre 2009, p. 6.

[xxiii] “L’UE formera 2.000 soldats somaliens en Ouganda” Aujourd’hui Le Maroc nº 2100, 27 enero 2010, p. 24.

[xxiv] SOCÍAS, Juan: “España quiere una conferencia sobre Somalia durante este semestre” El Mundo 1 febrero 2010, p. 14.

[xxv] Sobre la investigación del Juez Pedraz véase “Pedraz pregunta si Al Qaeda está detrás del secuestro del ‘Alakrana’” El País 19 febrero 2010, p. 18, y sobre los análisis aludidos véase como botón de muestra el de Jonathan: “Jihad and Piracy in Somalia” Survival Vol. 52, nº 1, febrero-marzo 2010, pp. 27-38.

[xxvi] Aulaki estaría actualmente oculto en la provincia yemení de Shabwa, protegido por elementos de su tribu. Véase ESPINOSA, J.: “El terrorista de Detroit tuvo como maestro al clérigo Aulaki” El Mundo 2 febrero 2010, p. 24.

[xxvii] Esta organización terrorista afirmaba que el atentado era una represalia “a la injusta agresión estadounidense contra la península arábiga”. Véanse ROSAS, Paula: “”De Osama a Obama”: Al Qaeda estuvo detrás del atentado de Navidad” Diario de Navarra 25 enero 2010, p. 7 y, sobre el activismo en la zona véase el número monográfico “Al-Qa’ida in the Arabian Peninsula” Combating Terrorism Center at West Point CTC-Sentinel enero 2010.

[xxviii] ECHAGÜE, Ana: “Los terroristas se hacen con Yemen” El País 28 enero 2009, p. 29.

[xxix] ECHEVERRÍA JESÚS, C.: “Lecciones inmediatas del atentado frustrado de Navidad” Atenea Periódico Digital 9 enero 2010, en www.revistatenea.es.

[xxx] “Yemen. Les ambassades américaine et britannique fermées” Le Maghreb (Argelia) 5 enero 2010, p. 19.

[xxxi] “Yemen. Un chef local d’Al-Qaïda arrêté à Sanaâ” Le Jour d’Algérie 7 enero 2010, p. 12.

[xxxii] ESPINOSA, Á.: “La aldea de los Bin Laden les odia” El País 31 enero 2009, pp. 4-5.