La inseguridad centra la campaña electoral costarricense, que vuelve a tomar bríos tras un paréntesis navideño, cuando falta poco más de un mes para la cita con las urnas el próximo 7 de febrero.
En lo que el presidente Oscar Arias ha tildado de campaña "aburrida'', los candidatos a sucederlo en mayo próximo, han centrado sus programas en combatir la inseguridad, una lacra que crece rápidamente en la llamada Suiza centroamericana, con el incremento de la delincuencia común y la penetración del narcotráfico y del sicariato.
"La inseguridad es lo que a la gente le tiene más preocupada'', dice el economista Juan Manuel Villasuso. "A una madre le preocupa más que su hijo regrese vivo a la casa que esté sin trabajo''.
No hay día en que los medios de comunicación no se hagan eco de muertes violentas por robos, a veces tan insignificantes como un teléfono celular, asaltos a comercios o sustracción de vehículos con los ocupantes dentro, los temidos `bajonazos'.
"A la gente lo que más le molesta es la delincuencia común, más que el tema del narcotráfico'', afirma Villasuso.
El narcotráfico ha estado convirtiendo a Costa Rica, que abolió el ejército en 1948, en centro de acopio y puente entre el sur y el norte del continente luego de la guerra sin cuartel que están librando los gobiernos de Colombia y México contra este flagelo.
Y es que mientras que las poblaciones de países de la región como Guatemala, El Salvador u Honduras están acostumbradas a las muertes, los secuestros o los robos que genera una delincuencia común y organizada rampantes, en Costa Rica el fenómeno de la inseguridad se remonta a los últimos años.
La tasa de homicidios pasó de 6 a 11 por cada 100,000 habitantes en ocho años.
En este contexto, los aspirantes a la presidencia en los comicios de febrero han puesto en primer plano la inseguridad, y han dejado a un lado la crisis económica, la cual ha llevado a más de 65,000 personas a estar desempleadas, aunque el país está dando muestras de recuperación en los últimos meses.
De todo hay en el menú político que ofrecen los aspirantes: desde las propuestas "integrales sobre seguridad'' de la candidata oficialista, Laura Chinchilla, que lidera las encuestas, pasando por la mejor distribución de la riqueza para evitar la exclusión social que propone el principal líder de la oposición, Ottón Solís, o la "mano dura'' del derechista Otto Guevara, que se ha encaramado en segundo lugar en los sondeos.
"Son innegables los esfuerzos en esta materia, pero lo hecho no es suficiente'', admite Chinchilla del Partido Liberación Nacional (PLN, centroderecha) de Arias, que según las encuestas podría alzarse con la victoria en primera vuelta.
La candidata, que se presenta como una "experta'' en estos temas, fue ministra de Seguridad y hasta octubre ocupó la vicepresidencia y la cartera de Justicia en el gobierno de Arias.