En dos de estos negocios, el viernes pasado fueron rescatados siete menores, presuntamente explotados sexualmente y capturados 14 presuntos lenones.

Pero el dueño de un establecimiento de este tipo, quien pidió no ser identificado, explicó que la dificultad a la que se enfrentan ahora las autoridades es determinar cuántos niños de la calle se prostituyen en la zona, y cuáles alquilan habitaciones de hotel, sencillamente, para pernoctar.

“Yo le he dado la indicación a mis empleados de que no dejen pasar a las niñas, en ocasiones vienen solas, piden que se les deje pasar a dormir, pero eso nos puede traer consecuencias.

“En los otros lugares sí les permiten eso a las niñas (prostituirse) y ahora ya se metieron en esta bronca, yo le puedo asegurar que serán pocos los casos en donde demuestren que estaban explotando a las jovencitas”, comentó el hotelero.

A partir de denuncias ciudadanas, la Procuraduría General de Justicia del DF realizó la noche del viernes 23 de octubre un operativo en cinco hoteles de las colonias Buenavista y Guerrero.

Fueron cateados y asegurados los hoteles Buenavista, Estaciones, Fortín, Ángeles y Santander, por los delitos de trata de personas, corrupción de menores y lo que resulte.

Las puertas de los cinco establecimientos fueron selladas por la PGJDF, y ayer permanecían custodiadas por policías preventivos.

Cabe destacar que en esta zona prolifera la prostitución femenina las 24 horas del día, particularmente por mujeres que ofrecen sus servicios en la avenida Puente de Alvarado, a la salida del Metro Revolución.

La PGJDF informó que luego del operativo fueron rescatados ocho menores de edad, de los cuales siete son niñas de entre 12 y 16 años, y un varón.

Además, fueron presentados ante el Ministerio Público y sujetos a investigación un total de 14 personas, dos de ellas mujeres, cuya situación legal se resolverá en breve, acusados de explotar sexualmente a los menores.

“Queda la sensación de que todas las niñas que están por esta zona se prostituyen, pero de verdad muchas piden dinero durante el día y pagan la habitación para dormir.

“El problema es que la gente las ve entrar y piensa otras cosas, y hace denuncias, en eso nos tenemos que cuidar mucho en este negocio”, comentó el propietario de un hotel de la calle Zaragoza.