El gobernador del banco emisor lanzó el martes una clara advertencia al líder laborista: Gran Bretaña no puede permitirse una nueva expansión fiscal. «No hay ninguna duda de que nos enfrentamos a déficit fiscales muy grandes durante los dos o tres próximos años», dijo King, quien agregó que el país no puede permitirse un segundo plan de estímulo económico.

La advertencia pilló a Brown al comienzo de una gira por varios países extranjeros, que incluye a EEUU, Brasil y Chile, para coordinar con otros líderes las medidas que quiere que formen parte de la agenda de la próxima reunión londinense de ese grupo de países ricos y emergentes.

El número 10 de Downing Street y el ministerio de Finanzas se apresuraron ayer a desmentir que haya diferencias entre ambos, pero el titular de ese departamento, Alistair Darling, se muestra más reacio que Brown a perseguir más políticas expansionistas, y King parece darle razón.

Normalmente los gobernadores del Banco de Inglaterra no suelen hacer comentarios anticipados sobre los presupuestos, de igual manera que el Gobierno no comenta anticipadamente las decisiones de ese instituto sobre los tipos de interés. Por eso, la intervención de King se entiende como una arenga motivada por el abandono por parte del Gobierno de las propias reglas fiscales que ponían límites al endeudamiento público.

A las advertencias internas se suman además las externas, y así la propia Comisión Europea ha dado de plazo a Londres hasta el año fiscal 2013-14 para poder volver a situar el déficit presupuestario por debajo del 3% del PIB, algo difícil ya que el FMI pronostíca para 2010 un déficit del 11%.