Desde que Kosovo proclamó su independencia el domingo pasado, las reacciones de condena de Rusia se han sucedido a diario. Ayer le tocó el turno a Anatoli Safónov, uno de los asesores del presidente Vladímir Putin, quien afirmó que «el separatismo y el terrorismo son eslabones de una misma cadena, y es evidente que ambos fenómenos se fortalecerán, ya que la violación del derecho internacional no puede conducir a otra cosa».
Safónov, experto en cooperación antiterrorista, está convencido de que el precedente de Kosovo «hace que surja el peligro de que se ponga en marcha una poderosa maquinaria de destrucción con consecuencias difíciles de ponderar». «El arma ha quedado cargada y nadie sabe cuándo disparará y a quién alcanzará la bala», manifestó el consejero presidencial en tono apocalíptico. Safónov recordó en su entrevista a la agencia Interfax el acuerdo de Munich de 1938, cuando Londres y París dieron luz verde a la anexión de los Sudetes por parte de la Alemania nazi. «Olvidamos a veces las lecciones del pasado», se lamentó.
Anteayer, Putin calificó de «precedente espantoso» todo lo que está sucediendo en relación con Kosovo. «Es como los dos extremos de un palo, al final uno de ellos terminará golpeándoles directamente en la cabeza», advirtió el presidente ruso en alusión a los países de Occidente que han promovido la independencia de Kosovo y están reconociéndola. Según su opinión, se trata de un precedente que «acabará destruyendo todo el sistema de relaciones internacionales desarrollado, no durante décadas, sino siglos».
También el viernes se pronunció sobre el problema el representante ruso ante la OTAN, Dmitri Rogozin, advirtiendo que Rusia podría hacer uso de la fuerza si las tropas de la Alianza se «exceden» en Kosovo. Moscú esgrime constantemente el contenido de la resolución 1244 de Naciones Unidas, que establece una administración de la ONU para Kosovo, pero bajo soberanía serbia. El documento fue adoptado en junio de 1999 tras el final de las hostilidades entre el Ejército serbio y la guerrilla kosovar. Rusia intenta ahora la anulación del acta de soberanía de Kosovo.